Revista de Estudios Regionales | Nueva Época | Enero- junio 2024
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Las problemáticas sobre el cambio de
uso del suelo en el municipio de
Bahía de Banderas, Nayarit
https://doi.org/10.59307/rerne2.362
Rodríguez-Rodríguez, J./ Universidad de Guadalajara
Rodríguez-Bautista, J.J./ Universidad de Guadalajara
https://orcid.org/0000-0002-8768-4534
https://orcid.org/0000-0002-9306-4884
Resumen
E
l cambio de uso del suelo es provocado por acciones antropogénicas
afectando al medio natural, pero también impacta a la población en su
seguridad alimentaria, provocando procesos migratorios y acciones negativas
a determinadas actividades económicas locales; por ello es relevante lo que
sucede con la pérdida de bosques, ejemplo del problema existente sobre el
cambio uso del suelo. Se estima que entre el 2000 y el 2015 se perdieron cerca
de 1.5 millones de km2 de bosque a nivel mundial, sustituyendo esas áreas para
producir granos, carnes o bras vegetales, así como en la producción de energía
y en la minería. En México, la selva sufrió la mayor transformación seguido por
los bosques, para convertirlo en uso agrícola y ganadero. En Bahía de Banderas,
Nayarit, existe una zona con playas con alto valor turístico, pero además con
unas montañas con exuberante vegetación, donde se ubica la sierra de Vallejo.
El objetivo de esta investigación es medir el cambio de uso del suelo,
mediante imágenes de satélite y analizar los impactos que este proceso genera
en el territorio, identicando los usos del suelo con mayor cambio y relacio-
narlos con el desarrollo de infraestructura turística; considerando que Bahía
de Banderas es uno de los destinos turísticos más importantes de la región y
es esta actividad una de las que se catalogan como depredadoras del capital
natural. Los hallazgos encontrados, muestran que los pastizales para ganado
incrementaron su proporción, mientras que disminuyó la zona agrícola, para
dar paso a la urbanización y la infraestructura turística.
Palabras Clave: Cambio de uso del suelo, Vegetación, Bahía de Banderas, Turismo,
actividad agropecuaria
Recepción:23 de marzo de 2024
Aceptación: 14 de mayo de 2024
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The problems regarding the change
of land use in the municipality of
Bahia de Banderas Nayarit
Abstract
L
and use change is caused by anthropogenic actions aecting the natural
environment, but it also impacts the population in their food security,
causing migratory processes and negative actions to certain local economic
activities; therefore it is relevant what happens with the loss of forests, an
example of the existing problem of land use change. It is estimated that between
2000 and 2015 about 1.5 million km2 of forest were lost worldwide, replacing
those areas to produce grains, meat or vegetable bers, as well as in energy
production and mining. In Mexico, the jungle suered the greatest transfor-
mation followed by the forests, to convert it to agricultural and livestock use.
In Banderas Bay, Nayarit, there is an area with beaches with high tourist value,
but also with mountains with lush vegetation, where the Sierra de Vallejo is
located.
The objective of this research is to measure the change in land use, using
satellite images and analyze the impacts that this process generates in the
territory, identifying the land uses with the greatest change and relating them
to the development of tourist infrastructure; considering that Banderas Bay is
one of the most important tourist destinations in the region and this activity
is one of those that are classied as predators of natural capital. The ndings
show that pastures for cattle increased their proportion, while the agricultural
zone decreased, giving way to urbanization and tourist infrastructure.
Key words: Land use change, Vegetation, Banderas Bay, Tourism, agricultural activity.
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Introducción
México tiene el reto de atender los problemas relacionados con el cambio
de uso del suelo y lograr un desarrollo ecológico que permita mantener
sosteniblemente el capital natural que tiene a su alcance; de igual forma,
ordenar el espacio para que las alteraciones al territorio no afecte al mundo
animal y vegetal.
Actualmente el país enfrenta una pérdida y degradación de sus ecosis-
temas que provoca una reducción en la disponibilidad del recursos hídrico,
manifestando una incapacidad en reducir los gases de efecto invernadero, lo
que exige avanzar con la adaptación al cambio climático.
El cambio de uso del suelo provocado por actividades agrícolas, ganaderas
y de silvicultura tiene afectaciones al medio natural, generando la pérdida de
biodiversidad y la presencia de nuevas especies nocivas. De igual forma este
proceso afecta a las comunidades en temas de seguridad alimentaria, lo que
trae consigo procesos migratorios, así como acciones negativas a determinadas
actividades económicas locales, como aquellas relacionadas al sector primario,
las cuales se vinculan con el uso de recursos naturales. Este fenómeno se tradu-
ce en presiones para el territorio, por lo que es uno de los factores primordiales
en el cambio climático que se está viviendo actualmente en el mundo.
El cambio de uso de suelo busca aprovechar los recursos naturales que
ofrece dicho territorio, pero si no se realizan de forma racional y ordenada,
genera efectos negativos para el ecosistema, por lo que es necesario que este
proceso se realice bajo un esquema sostenible y participativo (CONANP, 2023).
Existen diversos estudios sobre el cambio de usos del suelo a nivel mundial.
Aguayo et al. (2009) enlistan algunos donde se arma que existen una serie de
transformaciones en los territorios, pasando de áreas de bosque o selva a zonas
de pastoreo, agrícolas o urbanas. Todos estos cambios que se han registrado
desde hace más de dos siglos, se comparan con las alteraciones vividas en el
periodo geológico de la era de hielo o glaciación.
La pérdida sistemática de suelo virgen, como bosques y selvas, es un tema
de suma relevancia a nivel mundial. Sin embargo, otro fenómeno a considerar
es la fragmentación, lo cual conlleva el aislamiento de comunidades biológicas
y una pérdida de biodiversidad, reduciendo los servicios ecosistémicos
(Haddad et al., 2015).
La fragmentación del hábitat puede denirse como la división en partes
más pequeñas y aisladas, separados de un paisaje transformado por un proceso
generado por el hombre (Haddad et al., 2015). Estas fragmentaciones provocan
efectos en cascada a todo el conjunto de especies, tanto de plantas como de animales
y otros organismos que habitan en ese lugar (Flores-Rentería et al., 2018).
Las fragmentación de los territorios son provocados primordialmente
por el cambio de uso del suelo, lo que conlleva una reducción y extinción de
especies debido a la pérdida de la biodiversidad, inuyendo en las condiciones
de comunidades locales que viven de ese capital natural (Lindenmayer y
Fisher, 2006). Por lo que es necesario la elaboración de planes de ordenamien-
to territorial que limiten el cambio de uso del suelo, propiciando la conserva-
ción de la biodiversidad mediante la protección de áreas protegidas (Alaniz et
al., 2019; Keit et al., 2015).
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Lo que se vive a nivel mundial sobre la pérdida de grandes áreas de bosques,
es un ejemplo del claro problema que existe sobre el cambio uso del suelo. Sin
embargo, si se quiere evaluar la pérdida de supercie es un reto, sobre todo
cuando es diícil diferenciar entre los bosques naturales y las plantaciones
forestales (Curtis et al., 2018), lo que hace complicado estimar la dinámica de
pérdida de bosques naturales, sobre todo cuando la denición operacional de
bosque se basa en la altura de los árboles, la cobertura de sus copas y la supercie
que ocupa; esto tienden a confundir cada uno de estos tipos de bosques (Marquet
et al., 2019).
A pesar de esta posible confusión, Hansen y otros (2013), estiman una
pérdida de bosque a nivel mundial de cerca de 1.5 millones de km entre los años
2000 al 2015, pero la técnica usada de imágenes y las limitaciones de informa-
ción, no permiten identicar sí corresponde a bosque natural o es cosecha de
plantaciones forestales.
A pesar de esas limitaciones Curtis et al. (2018) hablan de que en ese mismo
periodo se perdieron de 3.5 a 6.5 millones de hectáreas por año, debido a la sus-
titución de esas áreas boscosas por producir bienes primarios, como granos,
carnes o bras vegetales, así también como en la producción de energía y en la
actividad minera. Todas estas actividades provocaron la pérdida del 27% de esas
hectáreas. Mientras que la producción de la madera deforestó algo así como un
26%, la agricultura de temporal el 24% y los incendios un 23%.
El tema de los incendios ha sido un asunto diícil de controlar, sobre todo
cuando se presentan cercanas a las zonas urbanas, donde la fuerte presión de los
agentes inmobiliarios provocan esos eventos; de igual forma en el medio rural se
relaciona con el surgimiento de nuevas zonas agrícolas, donde la propensión por
cultivar productos rentables, pretenden promover cambiar el uso del suelo.
En el caso de México, los cambios de uso del suelo se han intentado medir
mediante inventarios, los cuales son poco comparables, debido a las fuentes
de información y técnicas utilizadas para el análisis; sin embargo, se pueden
predecir algunos resultados con base en las cartas de uso del suelo que elabora
el INEGI (SEMARNAT, 2019).
Según el Informe de la Situación del Medio Ambiente en México, publicado
por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT, 2019),
se perdieron entre la década de los setenta y hasta 1993 7.9 millones de hectá-
reas, donde 3.5 millones fueron de selva, 2.3 de matorral y solo 537 mil de bos-
que. Sin embargo entre 1993 al 2002 la vegetación modicada fue de 3 millones
de hectáreas, siendo las selvas quienes tuvieron más perdida con 1.3 millones,
matorrales 796 mil y los bosques 359 mil. Entre el 2002 al 2007 se eliminaron 1.9
millones de hectáreas de vegetación natural manteniéndose los bosques como
el tercer lugar en pérdida con solo 24 mil hectáreas. Entre el 2007 y 2011 desa-
parecieron 992 mil hectáreas; y para el periodo 2001-2014 se perdieron 413 mil
hectáreas.
Durante ese periodo de análisis, la selva sufrió la mayor transformación,
seguido por los bosques. Dichas alteraciones se han dado para convertirla en uso
agrícola y ganadero, los cuales han crecido un 29 por ciento en 2014, con rela-
ción a los datos registrados en la década de los años setenta (SEMARNAT, 2019).
En Bahía de Banderas que es uno de los 20 municipios que conforman el
estado de Nayarit, se asienta en una zona con playas de alto valor turístico, dentro
de la denominada Bahía de Banderas, siendo una de las ofertas más representa-
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tiva de los destinos turísticos de la costa del pacico nayarita. Así también, en
este mismo municipio se extiende un territorio de exuberante vegetación donde
se ubica la sierra de Vallejo, la cual es parte de la sierra madre occidental que
se extiende desde el estado de Arizona, Estados Unidos, hasta Jalisco, México.
En esta sierra existe selva mediana y baja, así como en su parte superior
se cuenta con bosque encino. Existe una supercie considerable que está poco
perturbada, la cual puede funcionar como un corredor biológico, permitiendo
conservar algunas especies endémicas y aquellas que están en peligro de ex-
tinción como es el caso del jaguar (Arriaga et al., 2000).
Justo entre la zona de playas y la serranía se localiza una zona agrícola-ga-
nadera que por su dinámica ha terminado por ser un problema ambiental en
la zona serrana, ya que tiene un avance continuo provocando procesos de
deforestación permanente, además del impulso de otras actividades como la
ganadería y la minería que se ubican en lugares no adecuados. De igual forma
existe un tráco ilegal de fauna y ora silvestre, lo que provoca la desaparición
de algunas especies que usan a la sierra como su hábitat y esta es sustituida por
fauna no local (Arriaga et al., 2000).
En ese sentido, el objetivo de esta investigación es medir el cambio de
uso del suelo y analizar los impactos que este proceso puede generar a ese
territorio, considerando que Bahía de Banderas es uno de los destinos que,
junto con Puerto Vallarta, presentan el mayor desarrollo turístico en la región
centro occidente de México y es esta actividad una de las que se catalogan
como depredadoras del capital natural.
Metodología
Los datos espaciales que se analizan en los estudios sobre el cambio de uso
de suelo, se obtienen de diversas fuentes, como fotograías aéreas, imágenes
de satélite y cartas topográcas digitalizadas. Existen una gran variedad de
satélites que poseen diversas características, ofreciendo servicios de comuni-
cación, de navegación y de estudios cientícos, entre estos últimos están los
satélites Landsat quienes fueron los primeros en proveer una cobertura global
de la supercie de la tierra a nivel civil.
La fuente de datos de percepción remota elegida en el presente estudio
para el análisis de uso de suelo es para los años 2002 y 2022. La imagen fue
descargada por medio del sistema Earth Explorer del Servicio Geológico de
EUA con nivel de procesamiento T1 (Tier 1) en el formato GeoTIFF. Los datos
T1 fueron procesados aplicando el proceso L1TP, que incluye la corrección sis-
temática geométrica, radiométrica y topográca con el uso de puntos de refe-
rencia en el terreno inter-calibrados entre los sensores Landsat y evaluación
automática de calidad del producto (USGS, 2016).
Para nes de análisis de uso de suelo se emplearon 8 bandas del sensor
OLI disponibles con la resolución de 15 m, estas bandas espectrales abarcan
regiones del espectro de radiación electromagnética ubicados en rango de
largo de onda de 0.435 m hasta 2.294 m, que corresponden a luz visible e
infrarrojo de onda corta.
En este estudio, se siguió el esquema de procesamiento de datos Landsat
resumido en Young y otros (2017). El tratamiento de datos Landsat incluyó la
calibración radiométrica convirtiendo los valores DN capturados por el sensor
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OLI a radiancia en la parte superior de la atmósfera y posteriormente a reec-
tancia en la parte superior de la atmósfera con corrección angular.
Después de la calibración radiométrica, se aplicó la corrección de
iluminación y sombra topográca utilizando el método C, que se eligió para pro-
porcionar una distorsión mínima a las relaciones entre las bandas espectrales
bajo los parámetros de corrección aplicables en este estudio (Riaño et al., 2003;
Richter et al. 2009).
Para nes de exploración visual de datos y desarrollo de los juegos de
variables derivados se realizaron dos representaciones a partir de las bandas
espectrales disponibles en los datos Landsat 8: a) la composición del color falso
para vegetación, b) la transformación “tasseled cap” (Richards y Jia, 2006), la
última incluye los componentes brillo, verdor y humedad calculados por medio
de la herramienta RStoolbox.
El proceso de asignar etiquetas categóricas a unidades básicas de muestreo
de la supercie terrestre en representación raster (píxeles) utilizando datos
multiespectrales de percepción remota se conoce como clasicación de datos.
La asignación de etiquetas a los píxeles se puede lograr a través del análisis
multivariado de datos de reectividad, utilizando técnicas estadísticas de cla-
sicación y/o aprendizaje automático (Longley, 2005).
El método de control de calidad más ampliamente utilizado para el análisis
de uso del suelo y la vegetación es la construcción de una matriz de errores y
el cálculo de coecientes de ajuste a partir de ella (Congalton y Green, 2009).
La matriz de errores, también conocida como matriz de confusión, resume
el número de píxeles de imagen por clase en los resultados de clasicación
(columnas de matriz) y por clase en parcelas de control (las de matriz).
La diagonal de la matriz contiene los recuentos de píxeles que muestran
acuerdo entre el producto de clasicación y la parcela de control; los valores
fuera de la diagonal corresponden a píxeles con diferencias entre la predicción
y el control. Para cada clase en la matriz de errores, se calcula la proporción de
píxeles con acuerdo entre la predicción y el control, y esta métrica se elabora
por las (métrica de precisión del productor) y por columnas (métrica de pre-
cisión del usuario). Los valores globales de precisión por clase (métrica F1) se
calculan como la media armónica entre los valores de precisión del productor
y del usuario.
Dado que las clases utilizadas pueden presentar confusión por su simili-
tud en los valores de píxeles se recurrió a una reasignación de pixeles con base
en reglas de localización que logran disminuir el porcentaje de píxeles mal
etiquetados, se consideró que: los píxeles marcados como humedal o mangle
que se encontraron sobre pendiente del terreno mayor a 5%, alejados a más
de 1000 metros de un cuerpo de agua o escurrimiento se re-etiquetaron por la
clase de vegetación vecina próxima a ellos; los pixeles de etiquetados como ve-
getación de bosque templado que se localizaron por debajo de los 1000 metros
se reasignaron a bosque mixto de encino que es la rma espectral similar a
bosque templado. Se integraron a la clase urbana los píxeles de construcciones
calculadas por segmentación de objetos en imagen de alta resolución por el
servicio de BingMaps.
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Resultados
Bahía de Banderas es uno de los 20 municipios del Estado de Nayarit, se
encuentra entre al sur-poniente de esta entidad federativa, limita al sur con el
municipio de Puerto Vallarta que pertenece al vecino estado de Jalisco y el río
Ameca, al poniente con el Océano Pacico y al norte con el municipio de Compostela.
Figura 1. Ubicación del Municipio de Bahía de Banderas, Nayarit
Fuente: elaboración propia con base en Sistema Cartográco Nacional, INEGI.
En el territorio de este municipio habitaron en la época pre colonial tribus
pertenecientes a la monarquía de Hueytlahtonazgo de Xalisco; existen
registros arqueológicos (hallazgos y testimonios) del asentamiento prehis-
pánico “Apetatuca y/o “Tongoroque” con un lenguaje de totorame, así como
hallazgos en las localidades de Sayulita, Higuera Blanca, Punta de Mita, Valle
de Banderas y San Juan de Abajo (Camelo, 2014).
Para 1904, se crea la Subprefectura de Valle de Banderas, en 1917 se
constituye el Estado de Nayarit, donde aún las localidades y ejidos del Valle
de Banderas eran parte del Municipio de Compostela. Entre 1954 a 1958, fue
construida la unidad de riesgo de Valle de Banderas, dominando inicialmente
dos mil 500 hectáreas, y posteriormente alcanzó una supercie cercana a las
diez mil hectáreas, lo que incrementó la producción agropecuaria (Ayunta-
miento de Bahía de Banderas, 2017).
En 1968, se concluye la construcción de la carretera Compostela-Puerto
Vallarta, motivada por el incremento turístico y la gran proyección interna-
cional (1965 a 1974) a Puerto Vallarta (Camelo, 2014). Para 1970 aun siendo
municipio de Compostela, se crea el Fideicomiso Bahía de Banderas con 5,162
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hectáreas expropiadas a los ejidos de la zona (entre la localidad de Bucerías y
río Ameca), e inicia una inversión en infraestructura, equipamiento turístico y
la construcción del fraccionamiento Nuevo Vallarta. Con ello se intensica el
crecimiento urbano, la oferta de alojamiento de alta densidad (Ayuntamiento
de Bahía de Banderas, 2017).
Para nales de la década de 1980, con un interés de potenciar el desarro-
llo turístico en la parte sur del municipio de compostela, se decidió crear el
municipio de Bahía de Banderas con base en el decreto expedido por la XXII
Legislatura del Congreso del Estado de Nayarit, de fecha 11 de diciembre de
1989, publicado en el Periódico Ocial del Gobierno del mismo Estado el 13 de
diciembre de 1989 (Camelo, 2014).
Para entender las características del territorio municipal, se describe las
condiciones ísicas del mismo, el cual pertenece a la provincia siográca Sie-
rra Madre del Sur y el eje neovolcánico; ello permite identicar que en este
territorio existe una diversidad climática, logrando una gama de paisajes y
ecosistemas, lo que facilita una biodiversidad con características únicas en la
región occidente de México (CONANP, 2023).
La sierra montañosa que pertenece a la sierra de Vallejo se ubica una red
hidrológica amplia que se asocia con el río Ameca. De igual forma la com-
plejidad geológica de esa parte del municipio facilita una variedad de suelo,
lo que permite que surja una diversidad de ora, además de alcanzar un uso
potencial para la la actividad agrícola, debido a su fertilidad y riqueza mineral
(CONANP, 2023).
La diversidad siográca que presenta el municipio permite el surgi-
miento de varios climas, predominando el cálido subhúmedo y semicálido
subhúmedo, con lluvias en los meses de mayo y hasta octubre. Esto facilita
la aparición de una vegetación exuberante, lo cual permite que predomine la
selva tropical y el bosque de pìno y encino (CONANP, 2023).
Además de la zona serrana el municipio cuenta con una de las bahías más
grandes del país y una importante área turística que incluye destinos popu-
lares. La costa de la bahía está formada por una combinación de playas de
arena, acantilados rocosos y zonas de manglares; el fondo marino es diverso,
con áreas de profundidades variables, en algunas partes, se pueden encontrar
arrecifes de coral, especialmente cerca de las islas Marietas.
La planicie entre el río Ameca y la Sierra es aprovechado para la produc-
ción agrícola y pecuario, así como de asentamientos humanos que pueden ser
una fuerte presión a la Área Natural Protegida de la Sierra de Vallejo.
En trabajos anteriores se ha demostrado que existen cambios de uso del
suelo en este municipio. Marquez (2008), desarrolló un trabajo donde encontró
cambios durante el periodo de 1976 al año 2000. En esta investigación se iden-
ticó que el uso de suelo agrícola aumentó un 7%, mientras que el bosque de
encino se redujo en un 2%, para dar paso al desarrollo de asentamientos
humanos, aunque también se debe a un aprovechamiento forestal y a los incen-
dios. De igual forma en este trabajo se resalta que la selva tuvo la mayor trans-
formación, debido al desarrollo turístico. Finalmente se identicó que los pas-
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tizales disminuyeron debido a que fue sustituido por cultivo de temporal, así
como de huertos de árboles frutales.
Este primer análisis da pie para hacer un ejercicio más actual, revisando
que tanto esos cambios se mantienen, y si existe un interés por preservar el
territorio lo más natural posible, para conservar el atractivo natural vigente,
así como preservar el paisaje para el cuidado de la ora y fauna que toman
como su hábitat.
Bahía de Banderas cuenta con diversos tipos de vegetación, entre bosques,
matorrales y pastizales; así también existen humedales, cuerpos de agua, mean-
dro y playa; así como suelo agrícola, área que-
mada y asentamiento humano. De igual forma,
en el análisis de las imágenes de satélite, se en-
cuentran zonas no identicadas que represen-
tan menos del uno por ciento de la supercie.
El uso de suelo con mayor extensión es
bosque tropical caducifolio donde, para el
2002 cubría cerca del 50 por ciento de la su-
percie, pero para el 2022 apenas y rebasó el
35 por ciento; este es uno de los usos de suelo
que más redujo su supercie, por lo que es una
preocupación, ya que en varias de esas zonas
habitan diversas especies que están en peligro
de extinción. De igual forma, es importante
considerar que la pérdida de bosque contribu-
ye al cambio climático, alterando la tempera-
tura y no permitiendo la reducción de los gases
de efecto invernadero por la disminución de
este tipo de arbolado.
Otros de los usos del suelo que tienen
mayor cobertura son el asentamiento humano, el suelo agrícola permanente
y el pastizal. Estos fueron los que tuvieron mayor expansión en el periodo de
análisis 2002-2020. Donde el asentamiento humano tuvo un incremento del
10.30%, el cultivo permanente creció un 5.10%, mientras que el pastizal, in-
crementó su cobertura el 7.53% (ver cuadro 1).
Bahía de Banderas
recibe el aporte del río
Ameca (límite entre
el Estado de Nayarit
y Puerto Vallarta)
que contribuye a
la diversidad de la
vida marina y crea
condiciones favorables
para la proliferación
de manglares.
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Cuadro 1. Distribución de las hectáreas y su cobertura de porcentaje de los
usos del suelo en el municipios de Bahía de Banderas entre 2002 y 2022
USOS DE SUELO
HECTAREAS
2022
HECTAREAS 2002 I/D
No identicado 258.12 0.49% 268.09 0.35% 0.14%
Bosque topical cau-
ducifolio
18622.76 35.43% 36851.94 47.77% -3.31%
Bosque de encino 2345.22 4.46% 5996.21 7.77% -3.31%
Bosque templado 1654.76 3.15% 2119.69 2.75% 0.40%
Bosque mixto 125.55 0.24% 2430.72 3.15% -2.91%
Pastizal 5978.18 11.37% 2963.57 3.84% 7.53%
Matorral 1784.45 3.39% 4707.18 6.10% -2.71%
Suelo agricola per-
manente
6743.16 12.83% 5959.55 7.72% 5.10%
Suelo agrícola de
temporal
2342.48 4.46% 6477.59 8.40% -3.94%
Suelo agricola de
riego
2193.32 4.17% 5209.58 6.78% -2.58%
Área quemada 951.28 1.81% 23.54 0.03% 1.78%
Humedal 1036.87 1.81% 23.53 0.66% 1.31%
Agua 364.14 0.69% 633.65 0.82% -0.13%
Meandro/playa 1069.43 2.03% 534.58 0.69% 1.34%
Asentamiento hu-
mano
7096.14 13.50% 2466.05 3.20% 10.30%
Total 52565.86 100.00% 77150.6 100.00%
Fuente: Elaboración propia con base en imágenes de satélite.
I/D= Incremento/Decremento
Respecto a los cambios de cobertura entre ambas fechas se puede mencio-
nar como notable que la urbanización y cobertura antrópica paso de 3.20%
a 9.20% de la supercie municipal triplicando su extensión en el periodo es-
tudiado; la cobertura de pastizal paso de 3.87% a 7.75% que corresponde a la
apertura de nuevas parcelas para ganado, las supercies agrícolas pasaron de
22.87% de la supercie municipal a 21.46%; sin embargo, esta reducción fue
cedida principalmente a la urbanización.
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Los suelos presentes en el valle y cercanos al río Ameca, son aprovechados
para el cultivo, mismos que se han degradado ísica y químicamente; además
del incremento de área urbana. Los suelos presentes en la Sierra de Vallejo,
tiene poco impacto negativo, aunque se presentan cultivos de palmeras, gana-
do e infraestructura antrópica; para el caso de los suelos en la costa, la degra-
dación hídrica es constante, aunado a que existe un gran interés por continuar
urbanizando para atender la demanda de la actividad turística.
Figura 2. Cobertura de uso del suelo y vegetación en el municipio de Ba-
hía de Banderas, Nayarit para el año 2002
Fuente: Elaboración propia con base en las imágenes de satélite.
Las alteraciones que se observan en las imágenes, se nota una presencia cada
vez más intensa de las localidades que bordean el río Ameca. En esa área se
maniesta una mayor densidad de los asentamientos humanos, lo que im-
plica una alta concentración de construcciones, donde seguro el desarrollo
inmobiliario se ve presente en esa zona (ver guras 2 y 3).
Si se comparan las dos imágenes del 2002 y 2022 se observa que la mayor
intensidad de urbanización se maniesta en la parte costera, demostrando
que el desarrollo turísticos sigue intensicando el proceso urbano, junto con
toda la infraestructura de comunicaciones que se ha generado en los últimos
años en el municipio de Bahía de Banderas (ver guras 2 y 3).
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Figura 3. Cobertura de uso del suelo y vegetación en el municipio de Bahía
de Banderas, Nayarit para el año 2022
Fuente: Elaboración propia con base en las imágenes de satélite.
Sobre el tema de infraestructura, se observa como en la parte oeste del mu-
nicipio, se ha construido una serie de vías de comunicación terrestre, lo que
ha provocado que se intensique, sobre esas líneas asentamiento humano, lo
que conlleva que una parte del municipio que cuenta con selva y bosque puede
estrangularse en un tiempo próximo, provocando una modicación en el uso
del suelo, perdiendo un porcentaje importante de vegetación primaria.
Por otro lado, las comunidades que tienen mayor incremento demográ-
co, según datos de los diferentes censos de población y vivienda generado
por el INEGI, se encuentra a Mezcales, Nuevo Vallarta, San Jose del Valle, San
Vicente, Corral del risco y El Porvenir. Todos ellos asentados justo a la bahía
y unos más junto a la cabecera municipal del municipio. Lo que muestra una
fuerte presión urbana provocando que en los alrededores se generen cambios
de uso del suelo para impulsar la expansión urbana y el desarrollo de algunas
actividades primarias como la agricultura y ganadería, que son usos de fuerte
presión al cambio del suelo de zonas de selva y bosque en el municipio de Ba-
hía de Banderas (ver cuadro 2).
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Cuadro 2. Crecimiento poblacional de las principales localidades del municipio
Población Total Tasa de Crecimiento Medio Anual
Localidad 1990 1995 2000 2005 2010 2015 90-95 95-00 00-05 05-10 10-15 TCMA Prom
Aguamilpa 755 628 723 646 681 660 -3.6 2.9 -2.2 1.1 -0.6 -0.5
Bucerías 4,019 5,711 8,833 11,059 13,098 15,231 7.3 9.1 4.6 3.4 3.1 6.1
Corral del Risco 479 571 1,597 2,032 2,304 2,658 3.6 22.8 4.9 2.5 2.9 8.2
Cruz de Huanacaxtle 1,293 1,748 2,291 2,589 3,171 3,611 6.2 5.6 2.5 4.1 2.6 4.6
El Colomo 1,338 1,200 1,081 1,280 1,476 1,674 -2.2 -2.1 3.4 2.9 2.5 0.5
El Porvenir 1,248 1,894 2,914 4,271 6,046 7,612 8.7 9 7.9 7.2 4.7 8.2
Higuera Blanca 603 564 755 960 1,360 1,663 -1.3 6 4.9 7.2 4.1 4.2
La Jarretadera 3,110 3,426 4,362 5,589 6,262 7,212 2 4.9 5.1 2.3 2.9 3.6
Lo de Marcos 1,250 1,177 1,418 1,560 1,792 1,979 -1.2 3.8 1.9 2.8 2 1.8
Mezcales 1,402 2,079 2,632 3,814 20,092 28,822 8.2 4.8 7.7 39.4 7.5 14.2
Nuevo Vallarta 180 154 209 420 1,302 1,849 -3.1 6.3 15 25.4 7.3 10.4
San Francisco 750 801 1,090 1,459 1,823 2,190 1.3 6.4 6 4.6 3.7 4.5
San José del Valle 4,438 5,188 6,217 7,160 22,541 30,703 3.2 3.7 2.9 25.8 6.4 8.5
San Juan de Abajo 7,339 8,159 8,811 9,161 10,442 11,258 2.1 1.5 0.8 2.7 1.5 1.8
San Vicente 2,873 3,543 5,776 7,849 14,324 18,598 4.3 10.3 6.3 12.8 5.4 8.4
Sayulita 994 1,135 1,675 2,318 2,262 2,556 2.7 8.1 6.7 -0.5 2.5 4.2
Valle de Banderas 4,376 5,053 5,528 6,738 7,666 8,735 2.9 1.8 4 2.6 2.6 2.8
Fuente: Elaboración propia con base en los censos 1990, 2000 y 2010, así como de los conteos del 1995, 2005 y 2015 de población y vivienda generados por el INEGI.
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Conclusiones
Un municipio diícilmente se mantiene ajeno a los impactos en el cambio de
uso del suelo, el cual es un elemento central del desarrollo sustentable, por lo
que es necesario integrar acciones que fortalezcan a los territorios para en-
frentar tal desaío. En el caso de Bahía de Banderas, su situación costera lo
expone a riesgos de pérdida de vegetación, debido a que el turismo es una de
las actividades depredadoras del paisaje natural.
De acuerdo a diversos estudios (Aguayo et al., 2009; López et al., 2015;
Marquet et al., 2019; SEMARNAT, 2019), los cambios en el uso del suelo han
causado impactos en los sistemas naturales y alterando el capital natural que
puede aprovechar la población local. En varios casos, los cambios pueden mo-
dicar la temperatura y los sistemas hidrológicos, lo que afecta los recursos
hídricos en términos de cantidad y calidad, así como los riesgos a inundacio-
nes debido a falta de absorción del agua por la pérdida de vegetación.
Varias de las especies que tienen como hábitat estos territorios, han mo-
dicado sus áreas de distribución geográca, patrones de convivencia con el
entorno, pautas migratorias e interacciones con otras especies en respuesta
a esta modicación de su hábitat; por lo que es necesario entender este fenó-
meno que no solo afecta a la población, sino también a otras especies como el
jaguar y todo el capital natural existente en el territorio.
De acuerdo a lo que se maniesta con el cambio de uso del suelo en el mu-
nicipio de Bahía de Banderas pueden presentarse diversas problemáticas, tal
es el caso de las precipitaciones que pueden provocar inundaciones por la falta
de vegetación y capacidad de ltración. Un riesgo potencial son las sequías,
debido a las alteraciones en el temporal de lluvia y si este se combina con el
proceso de urbanización incontrolado, generado por el desarrollo turístico, se
estaría expuesto a una escasez del vital líquido para la necesidades de la pobla-
ción y las actividades agropecuarias.
El nivel del riesgo y consecuencia de incendios forestales puede ser otro
problema cuando quienes ven una alternativa de explotación del suelo en tér-
minos agrícolas o urbanos, pueden provocar incendios y salirse de control. Así
también la pérdida de vegetación aumenta la probabilidad de deslizamientos
en laderas con altas pendientes.
En los últimos años, el acelerado crecimiento urbano por el desarrollo in-
mobiliario y turístico, ha generado una serie de problemáticas en cuanto a la
fuerte presión en áreas con exuberante vegetación. A pesar de contar con un
Plan Municipal de Desarrollo Urbano, éste ha sido rebasado por la gran presión
del proceso de urbanización, lo que ha generado un acelerado crecimiento po-
blacional en las zonas de amortiguamiento de esta área boscosa, ocasionando
el incremento de zonas agrícolas y de pastizales para la ganadería.
Esta expansión urbana también provoca una fuerte demanda por satisfa-
cer el acceso de agua potable en las localidades ubicadas en el municipio y su
entorno, lo cual se agudiza con la fuerte presión del desarrollo turístico que
está siendo impulsado en toda la zona de Bahía de Banderas.
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Es un hecho que el cambio de uso del suelo es un serio problema que puede
verse por diversos enfoques. El capital natural que se pierde en este proceso
provoca alteraciones en el clima, lo que implica en un determinado tiempo
incremento de temperatura y reducción de agua. De igual forma existe una
pérdida de hábitat para la fauna que tendrá que adaptarse al nuevo entorno
que le provoca esta pérdida de vegetación. La desaparición de arbolado y
demás vegetación, puede provocar erosión del suelo, elevando el riesgo de
deslizamientos de tierra y demás desechos orgánicos que pueda arrastrar
la corriente por las lluvias, siendo un riesgo latente de inundaciones en las
partes bajas del municipio.
Todo ello es debido a la incontrolada deforestación en la zona que busca
aprovechar el paisaje natural el desarrollo de la actividad turística y todo lo
demás que conlleva, la expansión urbana y el desarrollo de infraestructura
carretera y demás medios de comunicación.
Si se comparan los estudios previos sobre el cambio de uso del suelo en
este municipio se puede concluir que el proceso urbano y de forma especíca
el desarrollo de la actividad turística, está ganando suelo a las áreas naturales
como el bosque, la selva y pastizales. La agricultura en una primera parte
aumentó su supercie, sin embargo, en los últimos años su participación se
redujo, pero esta disminución pasó a ser asentamiento humano e infraestruc-
tura de comunicaciones y otras relacionadas con el turismo.
Las zonas con mayor vulnerabilidad es la zona costera, teniendo la fuerte
presión del desarrollo turístico, por lo que es necesario dar un lugar especial
a este tipo de análisis para incorporarlos en las herramientas de planeaciòn y
desarrollo territorial, siendo estos una estrategia política para la conservación
del medio natural, albergar especies silvestres y mantener una importante
cobertura vegetal.
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