La pintura mural de el Convento de Actopan

La presencia de la orden agustina en el territorio actual del estado de Hidalgo expresa su grandesa en las construcciones religiosas que edificó por una amplia zona en esta región. Muestra del arte arquitectónico colonial que heredaron se encuentran lo mismo en la Huasteca que en la que en la Sierra Oriental o en el Valle del Mezquital, y en ellas se aprecia aún más la majestuosidad que aquellos monjes quisieron plasmar en su obra.

El de Actopan es indiscutiblemente unos de los conventos agustinos novohispanos más celebres por su grandiosidad. La monumentalidad de la construcción fue adecuadamente acompañada  con una serie de pinturas murales que cubrieron las paredes para cumplir fines didácticos catequéticos, pero que, en muchos casos, rebasaron este sentido para alcanzar gusto de ornamentación sofisticada. De ña obra de caballete poco se conserva en el lugar. Y de la mural, aunque mucho se ha ido deteriorando con el paso del tiempo y de ñas personas, la que permanece es legado e historia que merece un amplia difusión y exige un gran trabajo de preservación de parte de instituciones, vecinos y estudiosos. A esa finalidad coadyuva este libro, en el que el autor, estudioso de la historia del arte religioso hidalguense, comparte sus años de investigación y allana el camino para que el lector se acerque con sencillez didáctica el conocimiento y el disfrute de la estética pictórica que encierran aquellos murales conventuales.